La
presente publicación representa el deseo y preocupación de un grupo
de educadores que valoran la importancia de la educación como un
medio para formar mujeres y hombres libres, conscientes de su
responsabilidad social y su papel como actores en la transformación de
una sociedad todavía tan injusta como desigual.
Confían en una educación que promueva entre alumnos, valores éticos y sociales que privilegien el desarrollo solidario y democrático, por sobre aquellos que anteponen el individualismo y la competencia salvaje, como inevitables a los que debe adaptarse el sujeto para lograr su desarrollo.
Estos últimos valores no son más que elementos de una ideología que se completa en la cara oscura de la globalización con un alto costo: la pobreza del 80% de la población mundial; hecho propiciado por un orden económico que pretende modificar el mapa geopolítico, e influye en la vida política, cultural y educativa de todos los países.
La problemática educativa en nuestro país es consecuencia del impacto de la modernización y la globalización en el mundo; repercusión que se advierte aquí en la magra inversión educativa, en la orientación tecnocrática y utilitaria predominante que distingue al curriculum de la educación superior, y las dificultades para acceder en mejores condiciones de equidad a la sociedad del conocimiento.
A esta situación habrá que agregar las asignaturas pendientes que tiene el sistema educativo mexicano, como son el rezago escolar, la cuestionada calidad educativa, la falta de vinculación de sus programas con necesidades importantes de la sociedad, etc. La Orientación Educativa es un servicio que en la medida de sus posibilidades interviene en el abatimiento de esos problemas, evitando la deserción escolar, ofreciendo alternativas para mejorar el desarrollo personal y las relaciones sociales; proporcionando asesoría en la elección profesional.
El desarrollo de este servicio no ha sido fácil, y cada día se ha tornado más complejo por los cambios vertiginosos que operan en la sociedad y que influyen a los jóvenes en su vida cotidiana. De allí que su historia, su situación actual y las perspectivas que tiene en una sociedad como la nuestra (cuya economía es supuestamente la novena del mundo, pero con los grandes atrasos de una nación bananera), requiere de muchos espacios y foros donde pueda analizar, discutir e intercambiar teorías, métodos y estrategias que mejoren su función en la escuela y sobre todo incidan al final en la formación integral del alumno.
Así, el proyecto de la Revista Mexicana de Orientación Educativa tiene la intención de contribuir a generar un mayor y mejor conocimiento teórico, epistemológico, metodológico e instrumental de la Orientación Educativa en México y América Latina.
Quienes participan en este proyecto editorial saben que hay otros esfuerzos compartidos, como por ejemplo, la Asociación Mexicana de Profesionales de la Orientación AMPO A.C. y la Federación de Asociaciones de Profesionales de la Orientación de América Latina y el Caribe, FAPOAL A.C., por instituciones de educación superior a través del servicio y los programas de posgrado (especialidad, maestría) o de diplomado, por colectivos de orientadores, etc. También conocen de los valiosos intentos por mantener revistas de este campo, como lo fue entre otras la Revista de Orientación Educativa que entre 1990 y 1992 publicó la Dirección General de Orientación Vocacional de la UNAM y produjo 4 números; así mismo, la Revista OrienTam (1994), publicada por la Dirección de Orientación Educativa de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, que produjo 2 números y fue financiada gracias al Fondo para el Mejoramiento de la Educación Superior, FOMES; entre otros.
Un intento más y la confianza por aparecer y mantenerse, es el que depositamos ahora en la Revista Mexicana de Orientación Educativa; que se propone ser un espacio abierto en el que confluya una visión plural de la práctica orientadora; marcos teóricos y referenciales de diversa índole, sin la pretensión de monopolizar el conocimiento, sino antes bien, dar cuenta e inclusive coadyuvar al impulso de la diáspora de escuelas y corrientes de pensamiento que con su seriedad y fundamentos traten de hacer una aporte significativo a la educación y a la Orientación.
La revista nace en México y por esta razón es que de manera principal tratará aspectos de la Orientación en este país. Pero también, pretende incluir contribuciones acerca de la Orientación en Iberoamérica; incorporar realidades y aspiraciones comunes que remiten a la identificación y la unidad.
Así, a través del conocimiento y el intercambio académico que se manifieste en el espacio de la revista, será más fácil experimentar la unidad entre los educadores y orientadores, que éste puede ser un medio para romper el necolonialismo cultural que permea a nuestra educación durante su historia. Esperamos que también por este medio se fomenten los lazos de cooperación científica, cultural y educativa, con nuestros pueblos latinoamericanos y del Caribe. Como nuestro logotipo indica, esperamos que la Revista Mexicana de Orientación Educativa sea un firme remo para el orientador en el mar de las tempestades educativas del nuevo siglo.
Confían en una educación que promueva entre alumnos, valores éticos y sociales que privilegien el desarrollo solidario y democrático, por sobre aquellos que anteponen el individualismo y la competencia salvaje, como inevitables a los que debe adaptarse el sujeto para lograr su desarrollo.
Estos últimos valores no son más que elementos de una ideología que se completa en la cara oscura de la globalización con un alto costo: la pobreza del 80% de la población mundial; hecho propiciado por un orden económico que pretende modificar el mapa geopolítico, e influye en la vida política, cultural y educativa de todos los países.
La problemática educativa en nuestro país es consecuencia del impacto de la modernización y la globalización en el mundo; repercusión que se advierte aquí en la magra inversión educativa, en la orientación tecnocrática y utilitaria predominante que distingue al curriculum de la educación superior, y las dificultades para acceder en mejores condiciones de equidad a la sociedad del conocimiento.
A esta situación habrá que agregar las asignaturas pendientes que tiene el sistema educativo mexicano, como son el rezago escolar, la cuestionada calidad educativa, la falta de vinculación de sus programas con necesidades importantes de la sociedad, etc. La Orientación Educativa es un servicio que en la medida de sus posibilidades interviene en el abatimiento de esos problemas, evitando la deserción escolar, ofreciendo alternativas para mejorar el desarrollo personal y las relaciones sociales; proporcionando asesoría en la elección profesional.
El desarrollo de este servicio no ha sido fácil, y cada día se ha tornado más complejo por los cambios vertiginosos que operan en la sociedad y que influyen a los jóvenes en su vida cotidiana. De allí que su historia, su situación actual y las perspectivas que tiene en una sociedad como la nuestra (cuya economía es supuestamente la novena del mundo, pero con los grandes atrasos de una nación bananera), requiere de muchos espacios y foros donde pueda analizar, discutir e intercambiar teorías, métodos y estrategias que mejoren su función en la escuela y sobre todo incidan al final en la formación integral del alumno.
Así, el proyecto de la Revista Mexicana de Orientación Educativa tiene la intención de contribuir a generar un mayor y mejor conocimiento teórico, epistemológico, metodológico e instrumental de la Orientación Educativa en México y América Latina.
Quienes participan en este proyecto editorial saben que hay otros esfuerzos compartidos, como por ejemplo, la Asociación Mexicana de Profesionales de la Orientación AMPO A.C. y la Federación de Asociaciones de Profesionales de la Orientación de América Latina y el Caribe, FAPOAL A.C., por instituciones de educación superior a través del servicio y los programas de posgrado (especialidad, maestría) o de diplomado, por colectivos de orientadores, etc. También conocen de los valiosos intentos por mantener revistas de este campo, como lo fue entre otras la Revista de Orientación Educativa que entre 1990 y 1992 publicó la Dirección General de Orientación Vocacional de la UNAM y produjo 4 números; así mismo, la Revista OrienTam (1994), publicada por la Dirección de Orientación Educativa de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, que produjo 2 números y fue financiada gracias al Fondo para el Mejoramiento de la Educación Superior, FOMES; entre otros.
Un intento más y la confianza por aparecer y mantenerse, es el que depositamos ahora en la Revista Mexicana de Orientación Educativa; que se propone ser un espacio abierto en el que confluya una visión plural de la práctica orientadora; marcos teóricos y referenciales de diversa índole, sin la pretensión de monopolizar el conocimiento, sino antes bien, dar cuenta e inclusive coadyuvar al impulso de la diáspora de escuelas y corrientes de pensamiento que con su seriedad y fundamentos traten de hacer una aporte significativo a la educación y a la Orientación.
La revista nace en México y por esta razón es que de manera principal tratará aspectos de la Orientación en este país. Pero también, pretende incluir contribuciones acerca de la Orientación en Iberoamérica; incorporar realidades y aspiraciones comunes que remiten a la identificación y la unidad.
Así, a través del conocimiento y el intercambio académico que se manifieste en el espacio de la revista, será más fácil experimentar la unidad entre los educadores y orientadores, que éste puede ser un medio para romper el necolonialismo cultural que permea a nuestra educación durante su historia. Esperamos que también por este medio se fomenten los lazos de cooperación científica, cultural y educativa, con nuestros pueblos latinoamericanos y del Caribe. Como nuestro logotipo indica, esperamos que la Revista Mexicana de Orientación Educativa sea un firme remo para el orientador en el mar de las tempestades educativas del nuevo siglo.
El Consejo Editorial
Ciudad de México, Verano de 2003-Otoño 2011